lunes, 2 de abril de 2007

si no fuera por Leonardo......

Buenos días amigos. Hoy es el día -12, la semana que viene está ahí, a la vuelta de la esquina, y me he parado a pensar. Pensar en todo el camino que llevo recorrido, pensar en como un maratoniano ha acabado montado sobre dos ruedas. Porque yo hacía atletismo, tiempos nada extraordinarios comparados con los campeones anónimos que circulan por el asfalto (40 min. 10 km, 1h. 25 media maratón, 3h 15. min. maratón). 85 km. semanales, lluvia o calor, mañana o noche, ahí estaba yo. Era una manera de vivir, como otra cualquiera, pero una manera muy gratificante de desarrollarte como persona, tanto a nivel físico como psíquico. Ilusiones muchas (bajar en el maratón de Madrid de las 3 horas, ir al maratón de Berlín y pasar por la puerta de Branderburgo....), pero todo esto se rompió. Un día la rodilla izquierda dijo basta. Después de varios diagnósticos erróneos, finalmente tenía una condromalacia. Se me vino el mundo encima. A pesar de eso, luche contra ella. Incluso decidí visitar un quirófano. Yo ir a un quirófano, todavía no me lo creo. Hasta ese momento, solamente un intrépido dentista había desafiado alterar mi morfología estirpándome dos muelas de una sola vez... La operación no sirvió prácticamente para nada. Correr era historia, mi historia, y joder, solamente tenía 41 años. Después de meses muy duros, de que me familia me aguantara estoicamente, sin rechistar, viendo como sufría en silencio, decidí volver a un gimnasio. Ya era otra cosa, me sentía diferente y quería avanzar. Dos meses me bastaron para pensar en hacer el Camino de Santiago andando, y esa era mi meta. Luego, en septiembre del año pasado, tras varios consejos médicos, decidí comprarme una bici. ¡Yo en bicicleta! En mi vida había tenido bici, ni de pequeño. Pero ahí estaba subido, al principio acojonado, pero aguantando el tirón. Me consideraba un intruso dentro del mundo de los bípedos con dos ruedas, pero estaba dispuesto a aprender. Después de 2 meses, se me pasó por la cabeza la idea de hacer el camino, pero ahora en pedales. Lo comenté en mi casa, me miraron y dijeron que vale, pensando que era una locura pasajera. Empecé a hacer más kilómetros, a perder el miedo, ir más deprisa, y la idea fue consolidando. Internet me condujo hacia esta maravillosa página de Tomás, me sumergí dentro de ella, con avidez de leer sus comentarios, vuestros comentarios. Había descubierto una nueva forma de seguir adelante, de seguir disfrutando del deporte. Desde ese momento, el camino de Santiago forma parte mi día a día. Ahora, que lo tengo tan cerca, me ha entrado un poco de acojonamiento. Es cierto que tengo molestias en el psoas de la pierna derecha. Eso me inquieta, no se como resistirá y si resistirá todo el camino, pero lo voy a intentar. Mañana por la tarde iré al fisio para que me descargue un poco y me aconseje, pero yo creo que la bici ya la tocaré poco hasta la salida. Tengo todo preparado. Incluso he variado mis planes. Un amigo se ha prestado a llevarme hasta Roncesvalles el 14 de abril por la mañana, y para mi será un honor su compañía. Se va a meter entre pecho y espalda unos 1000 km. sólo para llevarme. No se, es difícil explicar las sensaciones y sentimientos que me provoca, encima que él no está pasando por sus mejores momentos personales. Si consigo llegar a ver al amigo Santiago, entre mis múltiples deseos estará que él consiga solucionar todos sus problemas y que encuentre la felicidad. Y aquí estoy amigos.
Ah, se me olvidaba, os preguntaréis el motivo del título, ¿verdad?. Creo que ya va siendo hora de que los amantes de las dos ruedas tengan su patrón, alguien a quien agradecer que hoy en día podamos practicar este maravilloso deporte, que nos permite llegar a casi todos los confines del mundo mundial (como decía Manolito Gafotas). Y quien mejor que su precursor, el gran Leonardo da Vinci. ¿Como se le ocurriría a don Leonardo pensar en una máquina tan rara? ¿Sería después de una cogorza? ¿Soñando? En fin, el caso es que se le ocurrió, y la consecuencia de su locura es la realidad del momento. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin esta serie de personas que se dedicaban a construir y no a destruir? Prefiero no pensarlo.
Que sería de nosotros si no fuera por Leonardo....
Un saludo amigos

1 comentario:

Gabriel (KiliKolo) dijo...

Amigo atleta, me has dejado sin palabras. Tengo un nudo en la garganta y húmedos los ojos. Es poco decir para lo mucho que cuentas. Me siento afortunado de haber tenido la oportunidad de conocerte por ellas. Ellas, las divinas palabras, que de joven no entendí a D. Ramon Mª del Valle-Inclan, pero que ahora "cuarentañeramente" (tú ya me entiendes) empiezo a comprender el significado de la palabra, dicha o escrita, en definitiva de la comunicación, que ademas mágicamente nos acercan los unos a los otros y nos unen. Como igualmente nos ha unido el Camino.
Afortunado tambien, porque siento que escribes para todos, pero especialmente para los compañeros del foro.

La tuya es una historia de superación y te pido disculpas por la licencia de alegrarme solo un poquito, ya que ha sido el motivo del nacimiento de tu nueva afición y de nuestra amistad.

Sobre el título, fabuloso. Nunca me lo había planteado. Como decía de las palabras, están ahí, escritas millones de ellas, recogiendo el conocimiento de la humanidad y ojala siempre haya alguien que las lea y las difunda, como es el caso. Para mi a partir de ahora y si no te molesta, serás el bicigrino Atleta Leonardo.

Aunque hay momentos en los que la palabras faltan pero es por .....
"Bienaventurado eres, peregrino, cuando te faltan palabras para agradecer todo lo que te sorprende en cada recodo del camino".

E ultreya e suseya, Deus aia nos

SALUD Y LARGA VIDA